lunes, 25 de febrero de 2013

Se llama Pablo

Vino a verme el otro día a casa. :) Lo tenía en mis rodillas, en la cama. Hay pocas cosas que den tanto placer que acurrucarte con quien amas.

Mira queriendo aprender todo, observa con ese brillo que sólo da la ilusión y la alegría,  el amor sincero que dura siempre,  y supongo que se hará mil preguntas del por qué de todo.

Le acariciaba y sonreía. Reía a su manera y paraba rápido. Quería más. Ruidos raros y juegos, eso quería, como todos l@s niñ@s. No hay ilusión en un niñ@ si no se juega con ell@s, les gusta hacer el tonto tirado en el suelo o en una alfombra. Jugar y aprender.

Con la luz tenue, agarraba con fuerza mis dedos con las dos manos, aferrándose así a la seguridad de unas manos fuertes. Tienen instinto de supervivencia, son conscientes de su debilidad.
Le miraba pensando en todo lo que tiene, y todo lo que viene.

Tiene unos padres fantásticos.
Unos padres fantásticos no significa que se preocupen porque siempre tenga un plato en la mesa y esté cuidado.
Significa amor con mayúsculas, siempre, sin distinción, significa darse, generosidad a borbotones, respeto. Significa, un martes cualquiera, a cualquier hora, dar un abrazo y escuchar un verdadero te quiero en el pasillo de casa. Eso lo tiene.

Cuanto más me agarraba, y sonreía, más pensaba en lo que se va encontrar en el camino de la vida. Encontrarás dragones, sentirás el aliento de los cobardes, de los que huyen cuando les vence el interés, te toparás con la mentira, habrá días que sentirás que el mundo se termina, llorarás por amor, y sudarás para abrirte camino en lo profesional.

Pero también habrá miles de cosas por las que reír hasta no poder parar, verás la luz de la amistad, sentirás el hombro sincero de los amigos, escucharás como susurrando, te dicen "te amo", tocarás el cielo, veras brillar tus ojos y sus ojos, vivirás pleno, vivirás el mar, las noches estrelladas, bailar, brindar, conocerás mundo y gentes, acariciaras una mano que te haga sentir cada latido, te acurrucarás como yo te acurruco ahora queriendo que el mundo se pare, soñarás lo que vivas, y vivirás tus sueños.

En todo ese camino, todo, aquí tendrás a un padrino, y un tío, que si quieres, te acompañará de la mano, y un día, puedas decir orgulloso que fuiste tú y luchaste por todo lo que amabas.

lunes, 18 de febrero de 2013

Sol y brisa

Vale. Lo reconozco. El mar me emociona. :)

Hay pocas cosas en la vida que me alucinen tanto. Y más, cuando te encuentras con ella, con la mar, de una manera inesperada. De repente, aparece. Ahí está, inmensa, fuerte, preciosa, alegre y con millones de historias que contar.

Uno tenía sus planes para estos días... una llamada, una voz amiga, y se cambian, esas cosas que surgen geniales, naturales, no había destino, el destino era escuchar, compartir, perspectiva, madurez, diversión...

¿Qué tiene el mar? Qué tiene, para que, a lo largo de toda la Historia de la humanidad, toda, haya enamorado, emocionado, se hayan escrito canciones, millones de libros, películas, y mil poemas de amantes que a través de la distancia o no, contemplan un amanecer o un atardecer que baña la sal y la brisa, y  que será guardado en sus ojos empapados durante el resto de sus vidas.

Muchas veces me he quedado horas contemplando el mar. En muchos lugares, y reconozco que Donosti es especial, pero esta vez no hizo falta ir hasta allá.

Al mirar al mar, vienen, como mareas, millones de pensamientos, situaciones, unas lejanas y otras que aún están ahí, vivas, algunas sonríes y otras, otras; duelen allá en la tripa, donde está el alma. 

Vuelas por encima del mar, queriendo llegar a preguntar que más nos va a regalar esta brava mar que llamamos vida, reflexionas hasta el final, desnudándote y sacando lo grande y lo menos bueno que hay en ti. 
Aún ahondas más en lo que de verdad importa en la vida, ni por todo el oro del mundo renuncio a mi, a emocionarme con alguien, a sentir un abrazo espectacular, a que se me ponga la piel de gallina con sólo tocarme, a reír a borbotones, a amar de una manera brutal, y cuando toca llorar, hacerlo cogiendo una mano fuerte y unos ojos que brillan hasta la locura. 


El mar - la mar - te mira. Sabe que estás ahí.

También es dura, hay cosas que has de mejorar, pero eso es lo importante, primero saberlo, y querer arreglarlo. Lo demás es fuerza, y paciencia.

Vienen y van recuerdos de amig@s y familia, olores geniales que te recuerdan historias vividas, miras orgulloso el horizonte, va atardeciendo del todo y le pides fuerza, fuerza para amar de verdad, para no ser egoísta, para no olvidar que no me quiero perder ni un minuto de mucha gente, vienen y van sueños cumplidos y otros que tocas ya casi con la punta de los dedos... 

Pasan horas como si fueran segundos. Es como cuando estás genial con alguien, no una vez ni cien, millones de veces.

Al cabo del tiempo, tocan tu pelo, acarician la cara, y miras para comprobar que el mar te manda una tremenda sonrisa, la de una amiga, por ejemplo, y te susurra un "te quiero mucho" de ésos de verdad, de amistad.
Quedan las huellas en la arena, caminas despacio, el sol te baña por última vez, y giras la cabeza, despidiéndote de ella, - de la mar- y agradeciendo todo lo que te ha dado, sales con la cabeza alta, orgulloso de uno mismo, con esos galones de Capitán dispuesto a la mayor de las luchas, a dar todo por quien merece la pena.

Quizás te suceda como a mí, y al día siguiente, montando a caballo, veas que el mar se ha transformado en árboles, paisajes y animales, pero esa historia... esa historia te la cuento otro día.  :)

Si te confundes, rectifica, si haces daño pide perdón, lucha, ten paciencia y gánate el amor dando amor.








martes, 5 de febrero de 2013

Fue en una cocina...

Nos acompañaban rosquillas hechas en casa y café. Una tarde divertida donde compartir momentos, esas cosas que salen de repente y me encantan. Personas animadas con ganas de compartir cosas pequeñitas pero enormes en el fondo.

Ya fue al calor del café y las rosquillas, sentados en la mesa de una cocina. Allí fue.

Cuando uno está a gusto, y allá estábamos tres, las conversaciones brotan de lo más nimio a lo más trascendente, así, sin más, con la naturalidad de una sonrisa o un abrazo. Momentos geniales.

Escuchar a alguien con sus setenta primaveras bien cumplidas decir que hay un montón de cosas en la vida, que probablemente viviría más, que se dejaría de estereotipos y carriles señalados para poder hacer su vida más viva y que te diga el por qué, es un regalo que hay que escuchar. Y hacerlo bien.
No se trató de arrepentimientos con mayúsculas, ahí se hablaba de crecer, de saber, de volver a meternos en la cabeza, que nuestra vida, la dirigimos nosotros. Tú y yo.

Me hizo recordar el inicio de la pelicula Trainspotting:


¿Por qué debes hacer todo eso? Porque esté bien visto... porque es así y punto... porque todo el mundo lo hace... Si lo quieres hacer, hazlo, es estupendo, fantástico,  pero elígelo tú.
Cuando uno está con las pilas cargadas a tope, cuando uno sabe que el horizonte, y el presente es un regalo diario, sus ojos se abren, la mente se despeja, mueves el mundo con los dedos, y la sonrisa, la plenitud te acompañan en cada paso que das. En esas estamos.

Pero nada de eso sirve, si no sabes donde vas. Mi hermano Iñigo suele decir una frase, " si no sabes donde vas, ningún viento te será favorable". La he usado en multitud de formaciones, la siento cada vez que la digo, pero hay ocasiones, épocas, en que frases, ejemplos, consejos cobran más fuerza, más vigor, para dar un sí quiero enorme a ser uno mismo, en luchar, trabajar duro y fuerte.

El video que os he puesto, termina diciendo, " yo no necesito eso, quien necesita eso teniendo heroína".  A éstos, obviamente se les fue la cabeza y confunideron muchas - demasiadas- cosas pero que tu droga sea aportar, mejorar, dar y ser tú.

Todo eso da una cocina, una compañia espectacular y las ganas de compartir.

Aprovecha esos momentos, provócalos, son de ésas cosas, que uno paladea en el momento, y que, al tiempo, aún recobran más fuerza, y más sentido, mientras sonríes recordando a quienes estuvistéis ahí, pringados de masa y con la nariz manchada de harina.