jueves, 28 de abril de 2011

Sueños

Algo pasa en esta vida para que al que sueña, le llamen loco, algo grande debe perderse cuando llaman inmaduro a una persona que propone metas, que gana ilusión cada día, que lucha por ellos y que sonríe a la vida.

Esa mirada torcida y ceño fruncido al escuchar algo realmente grande -aunque sea pequeño en sí- por aquello de "para que te vas a liar", "y para qué", "y..."

Los sueños, metas, objetivos nos guían durante toda la vida. Haz memoria. No pienses en aquellos sueños - que también - de cuando eras un enano y querías ser grande para jugar en el patio del cole y no te quitarán la pelota, acuérdate de que tu sueño era que cuando salieras del cole dentro de 15 minutos ibas a ir comprar unas chuches, o a ver a tu abuelo, o jugar el partido de tu vida en un patio con cien enanos como tú. Utilizamos la palabra sueños, pero... ¿acaso no es el sueño una ilusión? una ilusíón por alcanzar, por vivir, por que te ves allá sonriendo en un banco hablando con tus amigos. Acuérdate cuando soñabas con irte a esquiar ese sábado en el bus blanco, recuerda la ilusión del olor a mar y playa, la alegría de ver a un familiar, de ver llegar a tus padres y de hacer reir a tu hermana.

Echa la vista atrás y acuérdate de cuantos detalles soñaste, de ese regalo inesperado, de esa sonrisa de repente, de aquella chica que al final llegó, de ese viaje a la playa con los amigos, del primer trabajo, y del segundo, de la ilusión de una buena nota o de un simple aprobado.

Los sueños, de repente se vuelven cosas de críos. Eso nos quieren vender. Todo lo que no sea aquí y ahora, ya no vale. Eso lo vendemos todos los días.

No, gracias. Prefiero crecer, y ser yo, intentarlo, y hacer que lo intenten conmigo, y darme alguna hostia sí, pero también miles de pequeñas alegrías. Soñar y conseguir, es espectacular, pero no lo es menos ese mientras lo consigues.

Saborear esos momentos que te guían a una meta tuya o de varias personas a la vez mientras las vives, las llevas dentro. Brutal.

Te propongo un viaje realmente espectacular, te invito a, si quieres conmigo, cerrar los ojos para abrir la mente y el corazón, y ganar ilusiones. Pequeñas grandes ilusiones. Ponte metas. Un viaje -mejor pronto-, un cine, una peli, ahorra para comprarte un capricho, o dale un capricho, una flor, una enorme sonrisa,  una quedada con un amigo que hace tiempo que no sabes de él.

Ese viaje tiene los gastos pagados. Recuerda que soñar es gratis. La ilusión, la ilusión de cada día, la pones tú.


lunes, 18 de abril de 2011

Un día perfecto

Veo la luz que entra por la ventana, refleja en el parquet y en la cama;  es temprano y el día parece que va a ofrecer claridad, esa sensación que tienes de calor porque imaginas el solecito que hace fuera. Sonrío.

Estiro el brazo, quiero tocarte, quiero saber que estás ahí, y que el día es nuestro. Ronronear y mirarte.
No llevo reloj, quiero regalarte un día perfecto. Quiero regalarme otro día perfecto.
Sería espectacular poder vivir sin reloj, aunque si lo pienso bien, si me paro de verdad, llegaré a la conclusión de que realmente nosotros nos ponemos nuestras horas, nuestras prioridades, o mejor dicho, dejamos que nos las pongan. Pero ésa es otra historia.

Despertaba tranquilo, ronroneando sin ninguna prisa - decía-, no quería pensar en ningún plan, no quiero plannings, quiero no tener que ver la agenda ni el outlook esperando que suenen alarmas o preparar coaching en cualquier ciudad o empresa. Quiero libertad. Quiero libertad contigo, con mi familia, con mis amigos. 
Huelo a tí, huelo a risa y plenitud pienso mirando por la ventana. Me vienen a la cabeza un montón de personas, gente a la que quiero bien y que me encantaría que compartieran todo esto.
Terracita. Solecito, charla perfecta, acompañada de risa, de gestos, de acariciar, de guiñar el ojo y soñar despiertos regado con un buen vino blanco y buen comer.

Soñar despierto es decir y querer saber,  es abrir el alma, pero también es luchar, quieres hacerlo y lucharás por ello, conviertes en público tus susurros. 
Bailar. Cantar fuerte en el coche, quieres dar alegría y quieres que la gente de la calle sonría porque te ven feliz. 
Suena el teléfono. Amig@sQuieren saber,y tú de ell@s , me encanta esto de ubicar a las personas, donde están, la alineación, me los imagino y de repente haces un viaje estratosférico que te lleva allá. Siempre me imagino dónde están, quienes y qué están haciendo cuando hablo por teléfono.

Cocinar. Todo el mundo que conozco y que le gusta comer bien, le gusta cocinar, eso de preparar sin prisas, con tu delantal, tus sartenes, musiquita, tu vinito y sigues compartiendo charla y risas, miles de gestos cómplices. Son esas escenas que también recordarás con los años, hay que mimarlas, saborearlas al detalle para no dejar que nuestra loca cabeza olvide que hay que volver a hacerlo, volver a hacerlo todos los días.

Comes despacito, piensas que no hay ningún sitio donde querrías estar ahora que no fuera éste, mirar tu pelo, cogerte la mano, susurrarte.

El móvil empieza a volverse loco, mensajes y mensajes, "coño, el Madrid-Barça, pienso". Ya están los merengues nerviosos, vaciladas y alguna barbaridad para descojonarte con esto del opio del pueblo. Me da por pensar que al final, éstos del fútbol no cobran tanto, al fin y al cabo ¿cuanta gente deja -olvida- sus problemas, durante al menos un par de horas?. El Barça ha sido mejor, y el penalti no es, ese es mi titular del partido y será mi defensa ante los madridistas. :)
Ponerse guapo o intentarlo :). Salir. Música más cañerita, de esa que te invita a bailar por el pasillo mientras te ponen una camisa y no parar de sonreir y cantar los grandes éxitos de tu vida.
Llegas a los bares, es pronto y tú llevas una alegría -el vino y alguna copa en casa también ayuda- que te choca con algunas caras que ves por ahí. ¿Se lo están pasando bien? ¿Salen por salir? Nosotros a nuestra bola.

Te acuestas de nuevo pensando que ha sido un día realmente espectacular, no ha habido nada especial y sin embargo todo lo ha sido. "Gracias de verdad"

Al cabo, te das cuenta que es querer hacer algo especial lo que realmente es brutal y grande.  Un día perfecto.

sábado, 16 de abril de 2011

Peter Pan

Hablaba yo ahora de esto de Peter Pan y de crecer... "yo quiero ser como Peter Pan" dice mucha gente.
Uno lo escucha - se escucha- mientras los demás, las demás personas -aclaro-, piensan "ya, ya, pero es que en esta vida hay que tomar decisiones, majo". 

Precisamente por eso. Precisamente porque esta vida está llena de decisiones, mi decisión es que "este minuto no vuelve".

¿Porqué la gente piensa que la decisión de vivir la vida, decidir, ser responsable, compartir, reir, echar esa lágrima necesaria es no crecer, de verdad tenemos que, o de verdad decidimos?. Lo responsable es vivir con mayúsculas.

Esto hay que exprimirlo, hay que sacarle jugo, hay que gritar al mundo, decirle que las cosas no hay que hacerlas porque haya que hacerlas; situaciones tan importantes como ser coherente contigo, con el amor, con el "estoy por que he de estar", con aquello de " llevábamos tanto tiempo que había que hacerlo", con eso de "y qué le voy a hacer", "cualquier día le llamo"  o con lo mucho que nos sacrificamos - qué buenos somos- por renunciar de una manera u otra a ser yo, a ser tú...

La verdad es que un día girarás la cabeza, la vista atrás,  mirarás todos los años que has vivido, todo lo que has dejado de compartir, y lo último que quieres escuchar, oir desde lo más hondo de tí, es que no fuiste tú. Que Peter Pan murió cuando empezamos a trabajar, o casarte, o ....  y ya sabes, el día a día, en fin, ya me entiendes.

Hay otra opción, la valiente, la arriesgada, esa en la que apuestas cuerpo y mente, que decides echarte a la mar; ésa en la que tu bandera ondea orgullosa en el palo mayor, y decides bajar allá, al cuarto de banderas, engalonarte, eres el capitán, sueñas con los siete mares y no dejarás que te aborden, pero querrás compartir mapas, doncellas, risas, diario y buen ron con las personas, que al final del camino, te susurren un "eres tú".


miércoles, 13 de abril de 2011

Ya habría valido la pena

Escuchando una canción en el festival de Cádiz: http://www.youtube.com/watch?v=3i441j4MNnA pensé en que si de verdad a uno le llena el amor por el amor, el amor por la amistad, o por la Fe o por como se llame, o sin llamar nada y te hace ser mejor persona, o intentarlo y como dice la canción al final compruebas que eso no existe pero aquello te hace mejor... Ya habría valido la pena, no?

Lo cierto es que me da igual que uno sea cristiano, judío, musulmán o mormón, al final todos creemos o no, pero aquí, aquí sí que el fin - crecer, aprender, intentar ser mejor- justifica  los medios. Sin duda.

Esto de la Fe y el amor tienen muchas cosas parecidas, ¿no crees? al fin y al cabo, las dos son compartir, ese susurro de intimidad que surge cuando te abres a un amig@ y le cuentas cómo estás en esto del amor, o la amistad, o la familia...  es confiar y creer, pero ante todo, es sentir.
Estoy convencido de que si supiéramos - supieran- todo el mundo la cantidad de veces que las personas recuerdan cosas de nosotros y nosotros de ell@s, si de verdad convirtiéramos ese susurro en un grito y dijéramos: "sí he pensando en tí!", mucho de todo esos detalles, pequeños grandes retales que forman una vida serían espectaculares.

Nuestro ombligo es enorme, somos dioses de nuestro universo, - eso creemos- y decidimos ¿por vergüenza? ,¿orgullo? por no se sabe muy bien, que esto, que la vida, que nuestras alegrías, nuestros pensamientos hacia alguien, nuestra fe en lo que sea, nuestro querer, sea eso, sólo nuestro.

La libertad es hacer lo que realmente queremos para sumar, y eso incluye hacer lo que real e íntimamente quieres.

Y tú, ¿eres libre?


Todo,a  tope, Siempre! :)


lunes, 4 de abril de 2011

La Familia

Pocas cosas hay en la vida que no podamos decidir. Dos concretamente. El nacimiento, y la familia. Todo lo demás, piénsalo; lo decides tú.

Y sí, es cierto, no todas las familias son iguales, no todas apoyan, ayudan, escuchan; no todas educan y en poquitas se tiene esa sensación de "formar parte de".

Uno ha tenido - tiene - la suerte de conocer a mucha gente, he escuchado, visto y oído decenas de situaciones donde la palabra familia perdía todo su significado, perdía la esencia que desprende el calor de un hogar, esa que hace que te acurruques en su regazo, da igual que edad tengas, ni si tienes problemas o no, allí está, da calor siempre, cobijo, luz, esperanza, risa, hombro y alegría. Es una sensación espectacular.

Sólo se necesita una cosa: Hay que cuidarla, claro.




Cuidar a la familia es querer saber de ell@s, la mano tendida, la puerta abierta y el corazón hinchado cuando compartes.
Hay demasiadas familias sin demasiadas uniones, envidias y prejuicios, años guardando estupideces de cuando eran pequeños o no tanto y que el orgullo impide descolgar un teléfono o coger el coche y pulsar el timbre de una puerta que guarda a un hermano o una hermana, un primo o a tus padres.

Llevo algunos días pensando en todo esto, en lo importante que es para mí saber que cuentan conmigo y que cuento con ellos. 
Soy un hijo, un hermano, un tío, un sobrino y un primo con suerte, de esos que sabe que ahí están, de ésos que se acuestan por la noche y hablando con la almohada tiene la sensación -por ser real- que esto no tiene precio, y que por ell@s hay que luchar hasta el final, porque, al fin y al cabo, ell@s estaban en un principio, estuvieron mientras, y estarán siempre.

Aprovecha a tu familia, llámales aunque no tengas nada que contar, pregúntales cómo va, haz por quedar, mímales y deja que te mimen. 

Hay pocas cosas que llenen más que un abrazo sincero, que un "te quiero mucho" a alguien que te ha visto desde que eras un enano, que te ha visto confundirte mil veces, te ha visto llorar, reir, crecer, sentir, defender, jugar... Vivir! 

Desde aquí un pequeño homenaje que querría ser grande a tod@s esas personas que cuidan de la familia; y  en especial a mi familia por que me enseña cosas cada día, por estar ahí siempre, porque son increíbles. 

 Gracias!  :)